Entre montañas, nubes, lluvia, y el azul del cielo

Este contraste maravilloso, es una constante sin igual; se puede divisar en los andes del Perú profundo.

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Entre montañas, nubes, lluvia, y el azul del cielo

Este contraste maravilloso, es una constante sin igual; se puede divisar en los andes del Perú profundo.

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miércoles, 26 de septiembre de 2018

Lo que nunca se habló del encuentro en Cajamarca entre Francisco Pizarro y Atawallpa.

CARTA: Francisco Pizarro consiguió la victoria envenenando cobardemente a Atahualpa
(TERCERA PARTE)
“Pizarro and Atahualpa”. Imagen tomada de: mijnbestemmingecuador.nl
[…] El ejército de Atahualpa sumaba algo más de diez mil indios. Todos armados con hondas, mazas, hachas, bolas, lanzas, macanas, rodelas y otros. A pesar de que Atahualpa tuvo mucha más gente, la batalla no la iniciaron ellos. El ardid del envenenamiento funcionó. Algunos oficiales incas caían muertos, otros se debatían entre sufrimientos y dolores. Los consejeros principales del Inca caían de golpe. El Estado Mayor del Inca fue eliminado. Pensó Atahualpa que era un castigo invisible de un dios que golpeaba a traición a sus generales. Al no tener órdenes los guerreros indios no se lanzaron al ataque. El momento esperado por el Capitán había llegado. Ordenó que le pusieran en el pecho del Inca puñales y espadas. El Capitán y el fray Valverde le obligaron para que ordenara a los indios que se retiraran de la plaza. Muchos indios huyeron, cayéndose unos sobre otros. El Inca, temiendo la muerte, mandaba a gritos que huyeran. Los indios asustados creían que estaba ocurriendo un suceso sobrenatural. En poco tiempo herimos y matamos una gran cantidad de indios. Todo esto estaba muy bien planificado. Sepa su Majestad que los indios no comprendían lo que les sucedía a sus generales en Cajamarca y aún no lo saben. Aún creen que fue un castigo de algún dios y levantan los ojos al cielo. Suponen que fue una venganza de uno de los dioses para castigar al Inca y a su pueblo (…) Los naturales no conocían otro veneno que aquel que utilizaban para frotar sus flechas. Por la arremetida con arcabuces, lanzas, espadas y sobre todo por tomarlos de sorpresa, damos muerte a tres mil hombres. El engaño es un deshonor, ME PARECE QUE NO HAY FORMA DE HONRAR A ESPAÑA HACIENDO FECHORÍAS. Así se ganó la batalla en Cajamarca. El fraile Vicente Valverde hizo la siguiente oración: “Dios sea alabado por todos los favores que nos hizo, gracias a la Providencia y aún más al oropimente”. Le confieso a su Majestad que he matado a muchos indios. No se defendieron con heroísmo los soldados del Inca porque estaban en huida. Gané honor, oro y mujeres. Hasta ahora callé la verdad y sin escrúpulo yo también glorifiqué la falsa hazaña. Pero después me di cuenta de que el Capitán y los frailes eran soberbios, malos y duros de sentimientos. La mala intención fue escribir con sangre y pánico la historia del reino del Perú al haber ajusticiado sin causa alguna al desventurado rey Atahualpa. No se contentaron con tantos robos, daños, el saqueo de tanto oro y plata y objetos preciosos de gran valor, ni con haber matado a millares de hombres en nombre de su Majestad y de Nuestro Señor. Hicieron tantas tiranías que por ser ofensivas a su Majestad no os digo. (…) Como servidor de su Majestad, sin apasionamiento alguno, con deseo de justicia, le envío esta carta para que sepa la verdad. Estoy seguro de que, según el interés del Gobernador, escribirán mentiras, todas alejadas de la verdad. Muy confiados de que no habrá investigación, el Gobernador, sus centinelas y fieles seguidores, sin ninguna licencia, hacen lo que quieren. Los hombres allegados a Pizarro son: su tesorero Alonso de Riquelme, el fray Vicente Valverde, los capitanes Hernando de Soto y Sebastián de Benalcazar, sus medios hermanos de parte de su padre: Juan Gonzalo y Hernando y su medio hermano de parte de su madre, Francisco Martín de Alcántara. Acá, todos los demás somos vigilados e investigados, sobre todo estamos prohibidos de salir con cosas y noticias ajenas a los intereses del capitán. Como testigo presencial tengo muchas más novedades que informar a su Majestad, porque deben ser de vuestro interés. Así, por ejemplo, de la mayor cantidad de riqueza que descubrimos y cada día se descubre, don Francisco Pizarro lo reserva para él y en secreto se reparten con sus hermanos y allegados. Nos enteramos también que tuvo mucho oro escondido y de ello no dio cuenta casi a nadie. Usted debe conocer, Majestad, Rey de estas nuevas provincias, altísimo y señor de todos nosotros, que conquistamos con corazón limpio estas tierras bajo la bandera de León y Castilla, que no es la cantidad de oro y plata que le corresponde según el quinto real. Si yo le diría falsedades, considéreme hombre de poca estima y ordene que me corten la cabeza. Yo haré lo posible para que esta carta llegue a sus manos a pesar de que el Capitán nos amenazó castigarnos ejemplarmente si informáramos acerca del veneno y de los otros medios ilícitos que comete. Ruego a Dios, nuestro Señor, que todo salga bien. Pues, por tener una posición contraria y no estar de acuerdo con las cosas que veo y he visto, soy odiado por Francisco Pizarro y temo que me maten. El Capitán habiendo sido mi amigo, ahora me increpa de amotinador. Sospecha de todos. Mató al fraile Juan de Yepes por quebrantar el juramento y romper el secreto. No le concedió perdón ante sus súplicas y le “premió” dándole la vida perdurable. Es todo cuanto le puedo informar hasta ahora, Majestad. Créame no abrigo ni envidia ni malicia y confío que usted hará justicia a sus súbditos y castigará ejemplarmente a los que cometen atrocidades y delitos. Nuestro Señor, la Sagrada Iglesia (…) Cuide con esmero sus reinos como su Majestad lo desea. Cajamarca, 5 de agosto de 1533. Su humilde siervo don Francisco de Chaves.”
“Pizarro Seizing the Inca of Peru”. Imagen tomada de: magnoliabox.com
Como podemos observar, aún tenemos mucho pan que rebanar para corregir lo que está escrito sobre nuestra historia. Aprovecho para recomendar el libro del etno-historiador Matthew Restall, titulado “Los Siete Mitos de la Conquista Española” y la obra del ya conocido escritor uruguayo Eduardo Galeano “Las Venas Abiertas de América Latina”, nos ayudarán a pensar más profundamente sobre nuestra historia e identidad.
Artículo tomado de QosqoInkaTour.
Créditos:
Datos de: Jorge Azpilcueta Godoy “Envenenamiento en Cajamarca”, Juan Carlos Machicado para la rotativa.pe, revistadelasindias.es / Imagen de portada: qosqoinkatour.com / Tiempo26.com


Lo que nunca se habló del encuentro en Cajamarca entre Francisco Pizarro y Atawallpa.

CARTA: Francisco Pizarro consiguió la victoria envenenando cobardemente a Atahualpa
(SEGUNDA PARTE)

Un interesante artículo que, a la  par de un post recientemente publicado, que lleva por título “Francisco Pizarro envenenó a los jefes incas, según un pergamino encontrado en Italia.”;  salta a la vista estas nuevas recopilaciones que con anterioridad ya se habían publicado y pone en evidencia los más bárbaros actos de genocidio cometidos por la empresa saqueadora de Pizarro y compañía; estos testimonios de cronistas españoles arrepentidos, seguramente cansados y con el remordimiento de haber visto tanta crueldad, desearon enmendarse, escribiendo y denunciando lo que realmente se vivió, las que en el tiempo del genocidio fueron muy bien ocultados por los “conquistadores” al extremo de también aniquilar a quienes develasen sus más oscuros y cobardes pactos. Queda en evidencia que a cualquier precio fueron capaces de llegar al extremo de casi exterminar a la humanidad de este nuevo continente, pero no en honorable batalla cuerpo a cuerpo; sino más bien valiéndose de argucias genocidas, con tal de saquear toda la riqueza del Tawantinsuyu; de ello hay muchos relatos, crónicas y que a la fecha todavía son considerados verdades a medias o sencillamente falsos testimonios, y que nuestra verdadera historia es simplemente una falsa historia maquillada, para seguramente dejar limpia la imagen de la España y sus monarcas invasores, que en aquellos tiempos no hicieron nada para detener tal barbarie cometida por sus súbditos o simplemente, estos monarcas, también sucumbieron enceguecidos por la ambición y quedaba sencillamente, aniquilar como a simples animales a tan sabia nación, hijos del sol, conquistadores de los más difíciles y agrestes andes.
Haciendo un pequeño esfuerzo, les dejo este artículo recopilado de los diferentes medios digitales (Internet); esperamos que esto contribuya y sirva para saber la verdadera historia de la conquista o al menos dudar de la falsa historia que hasta hoy se nos ha impuesto.  

Escrito por: Juan Carlos Machicado (Guía Oficial de Turismo)
Debo agradecer el desprendimiento de mi colega Jorge Azpilcueta Godoy, quien me alcanzó un artículo titulado “Envenenamiento en Cajamarca”, el cual merece ser difundido como una reflexión de lo mal que puede muchas veces estar contada nuestra historia oficial, la que debe ser re-evaluada para la enseñanza de nuestra historia en los colegios que por ende atañe a la parte afectiva que desarrollamos de nosotros mismos y a la valoración que le damos a nuestra cultura.

Es un documento que está firmado por Francisco de Chaves y sepulta en la ignominia a Francisco Pizarro. Esta carta fue presentada al mundo en 1998 por Laura Laurencich-Minelli, doctora en antropología y prehistoria por la Universidad de Bologna, profesora principal de civilizaciones precolombinas y directora del Corpus Precolombioanum Itálico, es decir, el conjunto de los documentos americanos que forman parte de los archivos de Italia.

El escrito, firmado por el conquistador Francisco de Chaves, cuya existencia ha sido comprobada a pesar de todos los esfuerzos que los “hispanistas ortodoxos”  han hecho para hacerla inverosímil, cambiaría por completo, la visión que se tiene del enfrentamiento bélico en Cajamarca y de la rendición de Atawalpa y de sus huestes. Este texto describe la espantosa trampa que Pizarro utilizó para facilitar su éxito: “el envenenamiento” con vino emponzoñado del Estado Mayor del Inka.
Imagen tomada de: listastareas.blogspot.com
La publicación de este mensaje dirigido al rey Carlos V el 5 de agosto de 1533 formó parte, durante muchos años, de una herencia documental en manos de la señorita Clara Miccinelli (de allí el nombre de Los Documentos Miccinelli) y procedían, originalmente, de un italiano que fue rey de España de 1870 a 1873: Amedeo I de Saboya. La difusión de este texto encendió la pradera académica que hasta hoy hay quienes, como el historiador Teodoro Hampe, que lo consideran una invención. Lo cierto es que la misiva fue sometida a las pruebas científicas exigidas convencionalmente y el resultado es que correspondía a la época de su datación. A su favor también hay que indicar las múltiples pruebas que existen de la represión que Pizarro ejerció, al comienzo de la conquista, para impedir la publicación de los documentos que pudiesen empañar el tono de gesta de lo sucedido en Cajamarca. Las líneas que siguen son un resumen y una transcripción modernizante de la carta original de Francisco de Chaves escribiéndole al rey. Carta del licenciado Boan al Conde de Lemos (1610). Archivio di Stato di Napoli Segreteria dei Viceré Scritture Diverse, n.3.  La versión que hemos elegido es la de José Santillán Salazar contenida en su libro “Blas Várela y la historia de la infamia”.
Imagen referencial tomada de: wwwcaminorealviloban.blogspot.com
“Su Majestad. Yo Francisco de Chaves, leal súbdito de su Majestad, natural de Trujillo, descendiente de la estirpe de los Chaves, siempre al servicio de la Corona, como uno de los conquistadores de este reino del Perú, humilde servidor, escribo a su Majestad, dándole cuenta de todo lo sucedido en esta tierra. Fui compañero de armas de mi coterráneo, el gobernador Francisco Pizarro.  Partimos de Panamá en la misma nave, el 27 de diciembre de 1530, con el objetivo de conquistar este reino del Perú. Hay muchas versiones sobre la captura del rey de esta tierra (Atawalpa), pero yo la escribo tal como fueron los hechos en Cajamarca, en honor a la verdad, respeto y lealtad que se merece la honorable autoridad de la Corona de España. Nosotros venimos en el navío Santa Catalina, piloteado por Bartolomé Ruiz. Entre los tripulantes estaban los religiosos: Vicente Valverde de la orden de Santo Domingo, los frailes Juan de Yepes y Reginaldo de Pedraza. Durante el viaje, don Francisco Pizarro y los tres religiosos platicaban mucho. Don Francisco les contaba que a los indios les deleita el vino por ser de uva y de diferente sabor que el licor que bebían, y que gracias al vino se ganaba muchos amigos entre los indios y que también le utilizaba con astucia para vencer a una muchedumbre de enemigos feroces y bien armados. Como entenderá su Majestad, así se fue tramando la estrategia para la animosa empresa. De la malévola decisión tomaron parte los padres alejados de la ley de Dios. Yo vi, en uno de los ángulos de la nave, cuatro odres de vino en cuyo sobre decía “Vino del capitán”. Francisco Pizarro y los religiosos hicieron un pacto secreto: juraron repartirse la gloria y la riqueza y no traicionarse jamás. No obstante, después, el fraile Reginaldo Pedraza decidió separarse, regresó a Panamá con una bolsa de piedras verdes. Nosotros, caminando por la Sierra de este reino, tuvimos que sobreponernos a las fatigas y penurias: cruzamos pueblos, ríos y montañas. Inesperadamente tuvimos la noticia de que estábamos próximos a la corte del Inca que viajaba orgulloso de su triunfo. En Cajamarca, por orden de Francisco Pizarro, el intérprete Felipillo sirvió dos copas del vino bueno a Atahualpa. Debo acotar que el tal Felipillo era del pueblo de los Chimores y hacía cinco años que estaba al servicio de Pizarro. Cuando estaba frente al Inca manifestaba cierto temor y reverencia. Con humildes palabras le traducía lo que le decían nuestros dirigentes. Cuando Pizarro creyó que había llegado el momento oportuno ordenó a Felipillo traer el vino envenenado de los frailes. Pizarro cifraba toda su esperanza que el artero ardid funcionara, porque estábamos al frente de un numeroso ejército. PIZARRO ORDENÓ A FELIPILLO TRAER EL VINO ENVENENADO DE LOS FRAILES. CIFRABA TODA SU ESPERANZA EN EL ARTERO ARDID. Con palabras persuasivas de paz y amistad sirvió el Felipillo el vino envenenado a los capitanes y consejeros del ejército inca. Pronto la bebida letal surtió efecto y el ejército, al ver morir a sus jefes, se vio sorprendido y desconcertado. Fue el momento propicio para el ataque con la caballería y las armas de fuego. Esta es la verdad y no lo que dijo después Pizarro que la gloriosa victoria se debió al auxilio del apóstol Santiago o a la Providencia. Es un delirio que un oficial lleve este engaño a su Majestad, Pizarro prefirió el fraude desde el principio antes de optar por luchar con honor y bravura. Mis padres valerosos y orgullosos decían: “Más vale perder el hombre que el buen nombre”. El mortífero veneno dio el triunfo al Gobernador. Fue una ingloriosa victoria que nunca hasta entonces ha tenido un conquistador en el mundo.’ La codicia por todo el oro del mundo no puede jamás perder el juicio de un caudillo para hacer lo que se ha hecho, tremenda injuria al rey vencido. Aunque pagano, pero rey por nacimiento y por derecho. Sepa usted que al rey Atahualpa lo metieron en una celda cerrada y lo vigilaban cuatro hombres y no le dieron libertad, a pesar de que manifestó que tenía la voluntad de visitar y rendir homenaje a su Majestad. Quizá Pizarro temió que la verdad saliera a luz. Este riquísimo reino debe formar parte de sus dominios, Majestad, y no de don Francisco Pizarro y su tesorero Alonso de Riquelme. No obstante que el prisionero cumplió con su palabra para recuperar su libertad, le procesaron por traidor y rebelde. Sin que haya hecho daño alguno, Atahualpa murió agarrotado el 26 de julio del presente año. El hecho causó escándalo y alboroto porque muchos no estaban de acuerdo con la ejecución, incluso los hermanos y amigos de don Francisco Pizarro. Sin embargo, es lamentable la complicidad de los padres dominicos. Su majestad juzgará la gravedad de los hechos. Sé que Francisco Pizarro por medio de su secretario ha relatado falsamente todo lo que ha ocurrido en esta tierra. Para fundamentar la toma de decisión de eliminar al Inca, seguro que dijeron que el prisionero tramaba contra nosotros el ataque de un gran ejército venido desde el Cuzco. La verdad que no liemos visto ni grandes ejércitos ni pequeñas guarniciones. El prisionero estuvo bien resguardado noche y día y no había ningún peligro que nos acechara… Me parece que no hay forma de honrar a España haciendo fechorías. Mis abuelos me enseñaron que con hechos fuera de la regla y perfidia no se logra gloriosas victorias. Fui un compañero obediente y leal del Capitán. Luché a su lado en toda la campaña de la conquista de estas tierras: desde Tumbes hasta Tangarará, San Miguel, Motupe hasta Saña. La ardua brega duró siete meses. Llegamos a la provincia de Cajamarca. Nuestro ejército estuvo conformado por 177 hombres con lanzas, picas y espadas. De los cuales había 67 soldados a caballo, y entre los 110 soldados de a pie, había tres arcabuceros, siete escopeteros y veinte ballesteros. Fue un sábado 15 de noviembre de 1532. El Inca reposaba en las aguas termales que se encuentra a dos leguas de Cajamarca. El Capitán al ver a la multitud de indios, puso en alerta a su artillería con dos culebrinas de ocho a diez pies de largo Muy tensos esperamos al enemigo. Yo estaba al lado de Pizarro. [...] Continúa…

martes, 25 de septiembre de 2018

Francisco Pizarro envenenó a los jefes incas, según un pergamino encontrado en Italia.

Según el relato de Il Corriere, el pergamino en cuestión fue entregado el año 1737 en Concepción (Chile)
(PRIMERA PARTE)

Francisco Pizarro pudo capturar en Cajamarca al rey inca Atahualpa porque previamente envenenó a sus jefes militares con arsénico mezclado en vino por un dominico llamado padre Yepes, al que el propio Pizarro asesinó luego de una puñalada. Tales supuestos hechos son revelados en un pergamino redactado en el siglo XVII por dos jesuitas italianos y descubierto en 1986 en Nápoles, del que ayer informaba Il Corriere della Sera.El mismo pergamino informa de que el cronista Guaman Poma de Ayala, autor de Nueva crónica y buen gobierno, era en realidad otro jesuita español llamado Alonso Varela, que, debido a sus simpatías por la causa de los indios, fue repatriado hacia 1596 y condenado al ostracismo, hasta el punto de que se le consideró muerto por el general de entonces, Claudio Aquaviva.
Imagen vía: informateperu.pe
El pergamino revela además que los incas tenían un sistema de codificación de palabras a base de nudos en cuerdas denominado “quipu”, que se asemeja a un antecedente de la escritura, y cuyas obras fundamentales fueron destruidas por los colonizadores.

Según el relato de Il Corriere, el pergamino en cuestión fue entregado el año 1737 en Concepción (Chile) por un indio moribundo al jesuita Pedro de Illanes, el cual, a su vez, lo vendió en Nápoles, en 1.744, a Raimondo di Sangro, príncipe de Sansevero, que seis años más tarde habló de los quipu en su Lettera apologetica.

En 1927, Amadeo Saboya de Aosta regaló el pergamino a un compañero de armas llamado Antonio Cera. Clara Miccinelli, sobrina de éste, redescubrió el manuscrito en 1986 y publicó en 1989 Quipu, il nodo parlante dei misteriosi incas, que fue recibido con escepticismo por la crítica historiográfica. Laura Laurencich Minelli, profesora de historia colombina de la Universidad de Boloña, ha estudiado con posterioridad el documento, que ha transcrito íntegramente, y lo ha presentado hace días en el IV Congreso de Etnohistoria celebrado en la Universidad Católica Pontificia de Lima.

“La autenticidad del manuscrito ha sido reconocida finalmente, y su contenido ha sido acogido con interés”, ha declarado a Il Corriere della Sera la profesora Laurencich Minelli, aunque está por comprobar si lo que se cuenta en él corresponde a la verdad histórica. El texto íntegro del pergamino será publicado este año en la revista Studi e Materiali di Storia delle Religioni, de la Universidad de La Sapienza de Roma.


Algunos comentarios relevantes:
Giovanni CV: Los manuscritos Exul Immetitus Blas Valera Populo suo e Historia et Rudimenta, son fuentes directas que nos pueden ayudar reescribir nuestra historia peruana del Perú colonial. Blas Valera "primer historiador peruano"

Alejandro Felipes: ¿La verdad es que los relatos que hacen los Cronistas está sujeto a sus intereses? Toda la historia que se hace sobre los eventos de esa civilización son mentiras, ni siquiera sabemos a ciencia cierta el número de reyes ni sus nombres, ni su sistema organizativo de sociedades, su sistema político, religioso.
¿No sé cómo pueden estar engañando a los estudiantes?, Cuando llevaba Historia sobre los Incas me hacían comer el sapo los profesores, la verdad que se me ha quedado a la cabeza esos cuentos irreales.

Manuel Hugo Córdova Vargas: Alejandro Felipes Lo real es que existía el Imperio Incaico, el cual fue destruido por los conquistadores. La muerte por envenenamiento de los jefes militares de Atahuallpa, invitados supinamente por Pizarro, explica la captura del Inca en Cajamarca. Los Incas nos han dejado lecciones de moral y de Seguridad Social no superados hasta hoy. Una traición similar al envenenamiento de los jefes militares del Inca, la narra Fray Bartolomé de las casas, al referirse al episodio del asesinato de 29 caciques en Las Antillas, años antes. Estos temas los calla la prensa basura y los historiadores, comprometidos generalmente, con el poder dominante.

María Montoya Vera: Si, exactamente esto ya hace mas de veinte años que se sabe, pero como no encajaba en la historia oficial no se le dio la debida importancia ni la credibilidad, por ello años van años vienen y se suman mas investigaciones y poco a poco se va rehaciendo la historia con mas bases científicas ya que en su momento (año 1996) y aún hoy es dificil romper paradigmas, por lo que fue motivo de grandes debates ya que se dudaba de la originalidad del pergamino pero varios investigadores interesados en el tema cruzando información consideran que efectivamente si es cierto lo que se menciona en el pergamino. No era español ni era Varela el apellido del jesuita que menciona, es el cronista Blas Valera (Alonso Valera era el papá) de origen chachapoyano, era bilingüe de padre español y madre nativa, el fue quien dio vida al cronista Guamán Poma de Ayala, se considera que el verdadero redactor de la obra de este último fue Blas Valera usando el nombre Guamán Poma de Ayala. Nuestra historia es tan rica y aún falta investigar tanto y entender los contextos políticos, sociales, económicos que sucedieron en los diversos tiempos, y aprender de los errores, sin embargo seguimos en las mismas y con manotazos de ahogado en la actualidad seguimos luchando para no dejarnos vencer por los que quieren dominar con el escudo de corrupción.

Pedro Cordova: No necesariamente, es simplemente indiferencia. El problema de nuestra historia promigenia es que nuestros antiguos no tenían una sistema de escritura. Los quipus que eran un sistema de codificación más numérico que literal, al ser destruido todo vestigio cultural de los conquistados, se perdió todo el acerbo que estos contenían. Sin embargo, la historia es dinámica, al menos la nuestra. Aún sigue enriqueciéndose y actualizándose en la medida que los peruanos nos preocupamos más por ella. María Rostorosky, nos ha dejado valiosos testimonios, Caral y Chavin de Huántar siguen develando grandes descubrimientos que van a modificar radicalmente nuestra historia.

Adolfo Luque: Spitney Pears y me parece bien disculpa mi polaco que no es bueno. Y precisamente debemos todos leerla a ella y a muchos otros. La auténtica historia. El Perú tiene mucha más riqueza cultural que sólo los Incas que gobernaron 100 años en el Tahuantinsuyo. Como los Chancas. Chan Chan y los que destruyeron su cultura. Los Huailas o los Collis. Afortunadamente el Perú tiene lo mejor de cuatro continentes. Y es lo que se debería aprovechar. Y no estar quejándose de algo tanto para lo bueno como lo malo sucedió hace 500 años. Y trabajar por el futuro de este país.

Pacto Ciudadano Los Olivos: Esta noticia salio hace años,en el diario el comercio,pero no se le tomo la importancia devida ya que fue como una nota informativa tan minuscula que paso desapercibida,pero la fuente fue muy importante para descubrir como fue la verdadera matanza en cajamarca,fue gracias a la indagacion e investigacion de Laura laurencich,donde relata que fue el brazo derecho de Pizarro o sea Francisco de Chavez que mando un pergamino al rey de españa narrando el envenamiento general por parte del criador de chanchos y analfabeto de Pizarro.....

Nota: Todos los comentarios se insertaron tal como se redactó originalmente en la página, https://www.informateperu.pe/2018/09/09/francisco-pizarro-enveneno-a-los-jefes-incas-segun-un-pergamino-encontrado-en-italia/ 
Escrito por Redacción IP   09/09/2018
Fuente: https://www.informateperu.pe/2018/09/09/francisco-pizarro-enveneno-a-los-jefes-incas-segun-un-pergamino-encontrado-en-italia/

viernes, 6 de julio de 2018

Hay un Maestro Donde Quieras Encontrarlo

Maestro, eres esa persona que iluminas con tu enseñanza el largo camino de la vida, para recorrerla sin dubitaciones.

Carta a los maestros, que me enseñaron a vivir la vida para bien.
Quiero empezar estas breves, pero sentidas líneas diciendo: a lo largo mi existencia me he topado con un sinfín de personas; a donde iba, a donde llegaba, siempre encontraba a ese bendito maestro y/o maestra incondicional, te encontraba en casa, en el calorcito del hogar, te encontraba muchas veces en un anónimo en un perfecto desconocido; tu incansable labor, siempre fue el afán de enseñarme a dar esos primeros pasos, luego guiarlos, desde esos primeros pequeños pasos temblorosos, débiles, inexactos y a veces con graciosa chuecura. Cuando ya podía levantar esos piececitos torpes y dar esos pasos, muchas huellas deseaba dejar; cuando esos pasos se hacían más fuertes, era natural acelerar cada vez, más y más; sin embargo caía y tras sollozos y quejidos siempre estuviste ahí para levantarme, siempre estaba esa voz de ánimo que decía: ¡sigue para adelante, todos caen, todos hemos caído; eso no importa, lo que importa es levantarse y seguir!. Cuanto más lejos avanzaba, más sentía perderme en esa jungla, en ese salvaje mundo, sin embargo tu voz de ánimo, tus sanos consejos nunca desfallecían; siempre primaban tus enseñanzas, de cómo afrontar y sobrevivir en este mundo salvaje, de cómo seguir para adelante sin renunciar el seguir avanzando; ahí donde muchos caen para ser devorados por el feroz animal del mundo o del arbitrario cruel destino, si así se le quiere llamar; pero tú, no lo permitiste y afanoso cual líder guerrero de la jungla me enseñabas a resistir y a siempre seguir, sin dar marcha atrás en las adversidades.
Papá enseña a hacer wathiya. (Ruwaq: Z@rhf...)

Me enseñaste a resolver los acertijos naturales de la vida, me enseñaste a sobrevivir, incluso a subsistir, a saber apreciar desde lo más pequeño, a lo más grande; desde lo más poco, a lo mucho; a valorar y amar mis raíces, mi identidad; a saber respetar incluso a quienes no saben de respeto; a escuchar incluso a los sin voz; a mirar no solo con los ojos, sino a mirar con el corazón, con el alma; a tener fe, a creer en mí, a creer en mis hermanos, a creer en un don alguien que quizá no sabe creer ni menos sabe de fe, finalmente a creer en el creador. Me enseñaste no de igualdad, porque evitaste en mí, ser un mero prosélito; sino que me enseñaste de justicia, bendita palabra que es conjunto de todas las virtudes; me enseñaste de las labores de la vida; a saber asear no solo el cuerpo, sino el alma; la importancia de mantener limpio nuestra casa común, que es una bendición, en ella se da el milagro constante de la vida, que nadie quiere visualizarla con los ojos, menos con el corazón, mucho menos con el alma; me enseñaste a tomar de ella, de su diversidad, lo necesario, para subsistir, para no quebrantar su bendita armonía; me enseñaste a preparar con ello, los alimentos para el cuerpo y para el alma; me enseñaste a vivir en armonía con la naturaleza, a cuidarla; me enseñaste a vivir siempre con el ejemplo, siempre compartiendo lo aprendido; creo que eso de compartir con el resto, tal vez me hace tu propia imagen, tal vez me haga maestro de los que recién vienen; no lo sé, yo no soy quien determine eso, serán las generaciones quienes lo diriman…
Aprendiendo sobre comidas típicas. (Ruwaq: Z@rhf...)

Has de haber estado no siempre apegado a mí, cual sanguijuela intentando succionar toda mi inocencia, porque seguro que lo hacíais por mi bien, para que pueda aprender de las separaciones, de las distancias, de los dolores y sinsabores de la vida, para saber que de la soledad también se aprende, que eso de estar cerca cada momento no era tan necesario; pero cuanto he disfrutado las veces que estuve bajo vuestra tutela y de cuan cerquita, gozando de vuestro amor, de vuestra risa, de vuestro humor, de vuestra imponente y heroica personalidad; ahí es donde me enseñaste de la importancia de las reglas; los aprendí muy bien; en esos momentos fue, que me decías: “guarda distancia”, siempre enfatizándome cuan necesario es guardar distancias, cuan necesario es guardar respeto, que las cosas y los actos  tienen sus límites, que eso sería tan útil y tan necesario para recorrer la vida con respeto, con amor y no recorrerla por recorrer, cual andariego en tinieblas.
Aprendiendo a estar juntos. (Ruwaq: Z@rhf...)

Siempre atraías multitudes, siempre, cual imán, y así como el imán imanta al metal, así me transmitías tus conocimientos, tu sapiencia, sin temor alguno; pues quien no está ávido y con sed de conocimientos, de aprender, de saber, de descubrir, de quedarse anonadado, admirado de cuando, gracias a tus conocimientos sapienciales, a tus enseñanzas, salía de la oscura ignorancia; era encontrar, era descubrir, era el alimento, el alimento del conocimiento…

Gracias a ti, gracias a tus enseñanzas, siempre hallé un maestro, a donde quiera que fuera, sea en casa o no, sea en esa jungla social o no, sea en aulas o no; pues me enseñaste que, cuando quieres encontrar un maestro, un gran maestro, solo es necesario mirar, escuchar y de sus nobles enseñanzas, aprender; aprendí que no hay ser tan miserable que no tenga nada que dar, al contrario, es cuestión de poner un alto, de querer escuchar, de querer aprender.
El viejo Maestro. (Ruwaq: Z@rhf...)

Aprendí de ti, que hallar un maestro, es cosa tan difícil, gracias a las murallas del egoísmo y yoismo que armamos en nuestro alrededor; pero gracias a tus enseñanzas, a donde voy, siempre hay uno, solo basta mirarlo con los ojos del alma, escucharlo con los oídos de tolerancia, aprender y seguir sus pasos con humildad.

Gracias a todos mis maestros y maestras del hogar, de la familia, de la sociedad, de la escuelita, del colegio y de manera especial a los amautas de nuestros pueblos, a esos maestros indígenas ancestrales, que hicieron que mis raíces echen a crecer fuertísimos y que ningún vendaval, la tumbe. 
Gracias maestros del hogar. (Ruwaq: Z@rhf...)

Es menester terminar enfatizando: 
“Es cierto que la educación empieza en casa; pero la sociedad no debe estar exenta de ello, debe impartirla constantemente; y el aula, debe ser el templo del aprendizaje científico a través de sus diferentes materias, respetando nuestro variopinto contexto.” K@wsay.

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